La cruel ausencia
Julia pasa la vida como en cámara lenta desde hace nueve meses, cuando su hija Gertrudis desapareció. La ausencia de la joven parece importarles poco a las autoridades mexicanas, que simplemente la agregan a la lista de personas desaparecidas que, hasta el año pasado, sumaban más de 90 mil.
El camino de esta madre se transforma cuando vuelve a acercarse a un espacio de apoyo donde hace mucho que no estaba. Son los grupos de madres buscadoras, esas mujeres que han visto trastocada su existencia al perder a sus hijos, hijas y otros familiares. Juntas, se recuerdan en voz alta que “no están solas”, que hay miles y miles de mujeres que padecen el mismo dolor y que han tenido que organizarse para hacer el trabajo de investigación que el Estado no quiere o no puede hacer.
Estas mujeres que se han hecho expertas no sólo en buscar a sus propios hijos, sino en devolverle los suyos a otras más, encuentran también en la periodista Abril Escobedo una aliada que busca dar voz a sus historias, buscando en los rincones más intrincados de un país que día a día se mancha con la sangre de mujeres y hombres víctimas de la violencia del narco.
Lo que Julia encontrará en su búsqueda es, además, el significado de la sororidad, esa solidaridad entre mujeres que forma un halo que protege, que arropa y que empodera, para así poder sobrevivir a un sistema social que se empeña en borrar sus propios crímenes.
Ruido es una película escrita y dirigida por la mexicana Natalia Beristáin, basada en hechos reales. La dosis de realidad aumenta porque combina las actuaciones de Julieta Egurrola y Teresa Ruiz con las de activistas verdaderas, que cuentan las historias de sus pérdidas y la forma en que transformaron su dolor en acción y exigencia de justicia. Es el retrato de algo que no se puede inventar.
Aún disponible en algunas salas de cine, Ruido se puede ver también en la plataforma de Netflix.
Ruido
Directora: Natalia Beristáin
México, 2022