Las profundas heridas de la conversión
“Si eres gay, pero no eres feliz, hay una forma de cambiar”. Ese fue siempre el mensaje de Exodus, un grupo cristiano fundado en 1976 por un grupo de hombres que luchaban contra su deseo homosexual y que no querían quedar fuera de su iglesia por ese motivo.
El primer documental de la directora Kristine Stolakis, Pray Away, rememora la historia de los autodenominados exgay congregados en Exodus, entrevistando a aquellos voceros que en su época daban orgullosos testimonios: no sólo habían dejado la “vida homosexual”, sino que se casaban con mujeres, muchas veces también exlesbianas, y formaban hermosas familias que eran “testimonio de la obra de Dios”.
Conforme el movimiento exgay avanzó en el tiempo, miles de personas (aproximadamente 700 mil) acudieron a sus reuniones, congresos o retiros de “conversión”. Pero cada vez hubo más personas que no podían “cambiar”. No lograban alcanzar la felicidad que se les había prometido y estaban seguras de que era por su propia incapacidad para mejorar.
La lente de Stolakis muestra cómo las mentiras del grupo dañaron a mucha gente. Exodus fue disuelto en 2013 después de que su cúpula admitiera, al fin, que no hay forma de cambiar la homosexualidad, y que la presión a la que sometieron a sus correligionarios arruinó sus vidas de formas inimaginables, incluso orillándolos al suicidio.
Sin embargo, el fin del pensamiento “de conversión” está lejos de llegar. Aun hoy, bajo otros nombres y con un ligero cambio en la perspectiva (“nosotros no somos como Exodus”) hay grupos que acogen a los jóvenes que siguen sintiendo culpa por tener una orientación sexual distinta a la heterosexual.
El contraste que logra la directora entre la narrativa actual y la que se desechó luego de 37 años da pie para una reflexión profunda sobre hasta dónde pueden llegar estos intentos, que hoy por hoy no sólo se basan en discursos religiosos sino que pretenden anclarse en las ciencias como la psicología. Pray Away está disponible en Netflix.
Pray Away
Directora: Kristine Stolakis
Estados Unidos, 2021
Rocío Sánchez