Ser por siempre
¿Qué opciones tiene un adolescente en medio de la metralla incesante que se apropió de la ciudad de Monterrey durante la llamada guerra contra el narco? No le queda casi nada, pero a la vez, tiene algo capaz de llenarlo todo: los amigos y la música.
Ulises lidera una pandilla que, casi sin notarlo, libra una lucha diaria en la zona más marginada de la capital regia. La fiesta y la cumbia colombiana (la cultura Kolombia, nacida en Monterrey) son la forma de vida de ellos, los Terkos. Para Ulises, el baile es lo que le da sentido a todo lo demás. “¿Eres Kolombia? ¿Seguro?”, cuestionan a Sudadera, un adolescente con cara de niño, antes de dejarlo ser parte de la banda.
Sin embargo, cuando el narco comienza a morder las vidas de otros jóvenes, ya no se puede existir en paz. “Estás conmigo o estás contra mí”, parece ser la consigna escrita en todos los cuernos de chivo, hasta que llega el momento en que la sentencia de muerte para Ulises (y por extensión, para su familia) lo hace huir a Estados Unidos, hasta la mismísima ciudad de Nueva York.
Allá se encuentra de frente con una soledad profunda. Sin trabajo, sin conocer el idioma y sin los contactos con los que se suponía que debía establecerse, está por su cuenta. Pero hay algo que no lo abandona: su música, la Kolombia regia que, inlcuso allá donde está, le recuerda quién es y de dónde viene.
Ya no estoy aquí, ganadora como mejor película en el Festival Internacional de Cine de Morelia 2019, es el retrato de un grupo que, para existir, hizo suyo el canto popular de un país del que lo separan miles de kilómetros. Los también llamados “cholombianos”, aunque hoy han menguado, se volvieron en su momento un icono de la capital de Nuevo León, desafiando el clasismo y convirtiéndose en el foco de la cultura popular local. Está disponible en la plataforma de Netflix.
Ya no estoy aquí
Fernando Frías
Netflix, 2019