Historia crítica LGBTI
En sus apuntes, el historiador francés Marc Bloch aseguraba que el objeto de estudio de la historia es la humanidad y no el pasado, porque son las personas quienes condicionan a la sociedad a través de múltiples cambios para satisfacer sus necesidades, y dan paso a los diferentes procesos históricos.
Dicha visión ha servido para estudiar históricamente diferentes procesos sociales como la irrupción de la población LGBT en la España posfranquista, una vez muerto el dictador e instaurado el régimen de transición, y mostrar como la nación ibérica en poco menos de tres décadas se convirtió, para sorpresa de muchos por su anclado pasado católico y conservador, en una democracia sexual de avanzada.
Sin embargo, desde un punto de vista historiográfico, Brice Chamouleau, catedrático de la Universidad de París 8, se pregunta si en verdad se llegó a dicha democracia, en el sentido de que dentro de ella estén representadas todas esas posibles identidades y orientaciones, o si sólo han sido algunas que por lo regular han optado por seguir ciertos modelos y hoy en día se consideran acabadas, herederas de la historia.
¿Qué ocurrió con aquellas identidades y orientaciones alejadas de esa visión? Hasta ahora, advierte el historiador francés experto en la España contemporánea, es desconocido, y por esa razón emprende la escritura de una contrahistoria en su libro Tiran al maricón. Los fantasmas queer de la democracia (1970-1988), en el que afirma que dicha historia debe tener un enfoque queer, el cual asume que las identidades de género son una construcción histórica cuya institucionalización y producción de comunes democráticos debe ser deconstruida. De esta manera, emerjerán aquellos fantasmas que apostaron por quedar a un lado de la nueva visión biopolítica, traída por la transición, y emprenderán su propio camino.