Estigma, leyes y aborto
En México las mujeres que toman la decisión de interrumpir un embarazo siguen siendo estigmatizadas y criminalizadas, datos de diversos estudios e investigaciones así lo demuestran. La Encuesta de Opinión Católica realizada en 2009[1], revela que más de la mitad de la población considera que una mujer debería sentirse apenada por haber tomada la decisión de abortar (55%), que ella debería guardar en secreto esta elección para evitar que la juzguen (56%), y que es muy seguro que los conocidos de la mujer la juzguen negativamente al saber que abortó (62%).
Los hallazgos de una investigación cualitativa sobre estigma asociado al aborto en México[2], realizado en seis estados de la República en 2011, confirman estas tendencias de opinión. Las personas entrevistas describen a las mujeres que abortan como irresponsables, egoístas, flojas, locas, asesinas, pecadoras, expresiones que muestran el rechazo y la sanción social y moral hacia ellas.
Esta sanción social orilla a las mujeres a guardar en secreto la experiencia de un aborto por el temor a ser rechazadas, como lo muestran los siguientes testimonios de mujeres entrevistadas en Oaxaca: “Yo no hablo de mi aborto porque tengo miedo de qué van a decir de mí, que soy una mujer mala… que soy libre… van a decir ´ésta se acuesta con todos y le vale, se embaraza y puede tirar uno por aquí y otro por allá´”. “Creo que no está bien comentar que aborté con una futura pareja porque pensaría mal de mí”.
Un hecho paradójico observado en la Encuesta de Opinión Católica, es que al mismo tiempo que la población manifiesta actitudes estigmatizantes hacia las mujeres que abortan, aprueba la existencia de leyes que permitan la interrupción del embarazo en algunas circunstancias (60%): cuando la vida de la mujer está en peligro, su salud está en riesgo, por violación y cuando existe malformación congénita del feto. Estos datos sugieren que el estigma hacia las mujeres parece agudizarse cuando se trata de un aborto voluntario y que no contempla ninguna de las circunstancias referidas, porque se cree que no hay una razón legitima para hacerlo. En este sentido, las mujeres de Oaxaca que participaron en la investigación sobre estigma, expresaron sus reservas hacia la ley que permite la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en la Ciudad de México, porque consideran que los hombres podrían “sacar provecho” al no responsabilizarse de la prevención de un embarazo, y a las mujeres se les haría fácil embarazarse y abortar.
Sin embargo, después de la aprobación de la ley que despenaliza el aborto en la Ciudad de México, el apoyo a la interrupción del embarazo se incrementó entre sus habitantes[3], lo que es un claro ejemplo de cómo este tipo de legislaciones contribuyen a disminuir el rechazo social a esta práctica. Asimismo, en los últimos años se han registrado claros avances en el respeto al derecho a decidir de las mujeres y en el reconocimiento de su autoridad moral para tomar decisiones sobre su vida reproductiva, especialmente entre sectores de jóvenes y residentes de zonas urbanas de diferentes regiones del país.
[1] Católicas por el Derecho a Decidir. Informe de la Encuesta de Opinión Católica 2009.
[2] CDD, PC, Femap, INSP (2012). Explorando el estigma hacia el aborto en México.
[3] Population Council (2009), ¿Qué piensan quienes habitan el Distrito Federal sobre la ley que permite a las mujeres obtenerla interrupción legal del embarazo hasta las primeras doce semanas de gestación? Comparación de hallazgos clave de Encuestas de Opinión llevadas a cabo en el DF en los años 2007, 2008 y 2009.