Pionero de la identidad trans
Médico, filósofo, poeta, un poco aristócrata y hasta monje budista, Laurence Michael Dillon se atrevió a desafiar las normas establecidas. Nacido en 1915 como Laura Maud, Dillon está inscrito en la historia como el primer hombre trans en someterse a una faloplastia.
En su juventud entró a la Universidad de Oxford a estudiar teología. Ahí se inscribió al club femenino de remo, donde destacó por sus habilidades y su liderazgo.
Se graduó de Oxford en 1938 y comenzó a trabajar como asistente de laboratorio en otra universidad, Bristol, donde su labor consistía en diseccionar cerebros. Mientras trabajaba allí, Dillon buscó tratamiento con el Dr. George Foss, quien investigaba los usos médicos de la testosterona. Foss le pidió que consultara a un psiquiatra antes de iniciar el tratamiento, pero éste violó la confidencialidad y lo "sacó del clóset" ante sus colegas, lo que lo obligó a dejar su trabajo.
Pero fue gracias a su paso por Bristol que Dillon conoció por casualidad a un cirujano plástico comprensivo que se ofreció a realizarle una mastectomía doble y le sugirió cambiar su certificado de nacimiento al sexo masculino. Alrededor de 1944, Dillon se convirtió legalmente en Laurence Michael.
El mismo médico le presentó a Sir Harold Gillies en 1946. Para entonces, la Segunda Guerra Mundial había dejado cirujanos plásticos muy experimentados, ya que habían trabajado en la reconstrucción estética de decenas de soldados heridos en el conflicto. Fue después de 3 años y 13 operaciones que fue creado el pene de Dillon, usando piel de diversas partes del cuerpo.