El regreso de Trump
El rotundo triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, quien tendrá mayor poder que en su primera administración, con los poderes legislativo y judicial a su favor, es un signo muy ominoso para la defensa de los derechos humanos de las mujeres, de las personas LGBT+, en particular de las personas trans, de las minorías étnicas, de migrantes y ambientalistas.
Si bien, el ascenso de la extrema derecha ha sido un hecho en todo el mundo en los últimos años, el triunfo contundente de Trump le dará un fuerte impulso a la agenda antiderechos sustentada en el racismo, el machismo, la homofobia, el supremacismo blanco y la intolerancia, lo que, en consecuencia, podría exacerbar y legitimar la violencia motivada por el odio y el prejuicio.
Es sabido que Donald Trump habla más de lo que hace, así que nos esperan cuatro años de retórica incendiaria, de discursos de odio y amenazas fuera de tono. En ese contexto, en México veremos a histriónicos fundamentalistas envalentonarse y tratar de sacar ventaja de la debilidad de la derecha tradicional representada por el PAN. Y para ello se lanzarán en contra de los avances en el reconocimiento y ejercicio de derechos sexuales y reproductivos. Aunque lejos de tener la fuerza para forzar un retroceso en el país, convendrá salir al paso de sus discursos de odio para evitar que arraiguen y echen raíces en la sociedad mexicana.