Se dice que el amor romántico, tal como se conoce hoy en día, se inventó entre los siglos XVIII y XIX. Antes de eso, la gente sentía afectos derivados de sus relaciones cotidianas, pero muchas veces contraía matrimonio con personas que ni siquiera conocían o que habían tratado muy poco.

Sin embargo, hay algunas pistas de que el amor de pareja, más relacionado con el amor pasional o carnal, ya se reconocía desde el siglo XII, aunque con cierto recelo. El libro titulado De Amore, escrito por Andreas Capellanus, es un tratado tanto científico como práctico sobre cómo comportarse en las relaciones amorosas. De hecho, define al amor como una pasión innata, que se caracteriza por la contemplación de la belleza y de pensar incansablemente en la persona amada.

Pero Capellanus parece un crítico del amor, ya que lo cataloga como una enfermedad, con base en la teoría de la Edad Media que consideraba que la salud de una persona se mantenía mientras sus cuatro humores corporales (sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla) estaban en equilibrio.

Siguiendo esa idea, el médico Constantino el Africano configuró un tratado sobre la melancolía, en el cual estableció una conexión entre el exceso de bilis negra y el “mal de amor”. De acuerdo con él, el amor es una enfermedad que afecta el cerebro y puede causar preocupaciones profundas.

Por su parte, otro médico, Bernardo de Gordonio, consideró que la causa de la enfermedad era “el amor de las mujeres” y que podía llegar a causar incluso la muerte de quien lo padecía.