Notiese. A 30 años de la celebración de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de El Cairo, un momento clave, debido a que los Estados se comprometieran a defender los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas e implicó reconocer los sistemas de salud como agentes facilitadores de los derechos humanos, el Fondo de Población de las Naciones Unidas dio a conocer un informe de seguimiento a la Declaración emanada de dicho encuentro.

De acuerdo con el organismo internacional, los movimientos feministas y de defensa de los derechos reproductivos han aumentado en número y fuerza y se han alcanzado grandes logros, pero aún queda mucho trabajo por hacer.

Parte de dichos logros se comparten en el informe Vidas Entrelazadas, Hilos de Esperanza. Estado de la población mundial 2024, donde se refiere que entre 2000 y 2020, la mortalidad materna a nivel mundial disminuyó 34 por ciento, un éxito que se atribuye principalmente a la mejora del acceso a la atención obstétrica especializada y de urgencia; la tasa de embarazos no deseados se redujo un 19 por cierto entre 1990 y 2019.

Además de que entre 1990 y 2021, la cifra de mujeres que recurría a métodos anticonceptivos modernos se duplicó, y desde el año 2000, los partos de adolescentes de entre 15 y 19 años se han reducido en cerca de un tercio. Aunado a que la proporción de niñas a las que se somete a la mutilación genital femenina ha disminuido notablemente debido al cambio de actitud ante esta práctica, a la disminución de las tasas de infección de VIH en una tercera parte.

En términos de reconocimiento legal de derechos sexuales y reproductivos, en 162 países de promulgaron leyes en contra de las violencias al interior del hogar y se han abolido muchas leyes en contra de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, sobre todo, a partir de 2022.

Cifras pendientes

Sin embargo, el propio documento advierte que la desigualdad sigue siendo un problema para el acceso a la salud sexual y reproductiva. Todavía, se registran a diario alrededor de 800 muertes de mujeres durante el parto, la mayoría de ellas en países en desarrollo; sin embargo, casi todas estas muertes son evitables.

En 69 países, una de cada cuatro mujeres sigue sin poder tomar sus propias decisiones en materia de salud, y para casi una de cada 10 mujeres utilizar anticonceptivos no depende de sí misma.

De forma más sectorizada se observó que las mujeres con discapacidad presentan hasta diez veces más probabilidades de sufrir violencia de género, incluida la violencia sexual. En cuanto al ingreso económico, en 25 países se demostró que las trabas para acceder a la atención sanitaria han disminuido más rápidamente para las mujeres de mayor nivel socioeconómico y las que pertenecen a grupos étnicos que ya estaban en mejores circunstancias. En el caso de las mujeres negras e indígenas con frecuencia se convierten en víctimas de la violencia obstétrica, la explotación e incluso la experimentación.

En cuanto al cuerpo y las decisiones sobre el mismo, varias estadísticas mostraron que la cuarta parte de las mujeres no puede negarse a mantener relaciones sexuales con su marido o pareja. Según los últimos datos sobre las tendencias en la autonomía corporal de las mujeres en 32 países, 19 de ellos han registrado avances, mientras que otros 13 han sufrido retrocesos.

La desigualdad también se hace presente en el personal de salud, pues las profesionales de atención obstétrica son mayoritariamente mujeres, y sufren una notable segregación profesional, brechas salariales de género, pocas oportunidades de liderazgo y numerosas formas de acoso y discriminación, como el acoso sexual. Además, ganan, en promedio, un 28 por ciento menos que los hombres, y sigue existiendo una brecha salarial de género del 11 por ciento entre el personal de enfermería y las parteras.

Como parte de las conclusiones del documento se identificó la carencia de muchos datos con respecto a la temática por lo que se asume que la decisión de no recopilar datos puede ser incluso un reflejo de la falta de voluntad para comprender y atender a las personas más marginadas y excluidas, o bien puede indicar que los dirigentes anteponen la ventaja política a corto plazo al desarrollo y la inclusión a largo plazo.

El panorama de México

En cuanto al seguimiento de avances de la Convención de El Cairo, celebrada en 1994, el informe mostró que en el caso de México, la razón de mortalidad materna por cada 100 mil nacidos vivos es de 59. En cuanto a partos atendidos por personal de salud cualificado, se registró que eran el 97 por ciento de los que ocurren en territorio nacional.

Sobre la tasa de uso de anticonceptivos de mujeres de entre 15 y 49 años se cuantificó que 55 por ciento utiliza un método, cifra que se incrementa a un 74 por ciento en el grupo de quienes se identificaron como casadas o unión libre. En el caso de acceso a métodos modernos, 53 por ciento afirmó utilizar cualquiera, mientras que aquellas que tienen una pareja establecida lo reconocieron en un 71 por ciento.

Alrededor de nueve por ciento de las mujeres entre 15 y 49 años consideró tener alguna necesidad insatisfecha de planificación familiar y 82 por ciento afirmó tener una demanda satisfecha con métodos modernos. Alrededor de 75 por ciento indicó tener acceso a cobertura sanitaria universal.