George Gordon Byron, mejor conocido como Lord Byron, fue un poeta británico del siglo XVIII cuyo carácter y talento artístico lo llevaron a ser toda una superestrella en su época. Pero entre los múltiples aspectos por los que daba de qué hablar, uno destacó en particular: su romance con su medio hermana, Augusta Leigh.

Augusta era hija del primer matrimonio del capitán John Byron. Perdió a su madre a la edad de 1 año y fue enviada a vivir con su abuela materna. Mientras tanto, Jonh Byron se volvió a casar y de esa unión nació el futuro poeta.

El contacto entre Augusta y Lord Byron fue siempre muy escaso, hasta que en 1804, cuando ella tenía 21 años y él 16, comenzaron a intercambiar cartas con frecuencia. Para entonces, el padre de ambos había muerto y ella se convirtió en confidente de aquel adolescente atormentado por una tensa relación con su madre.

En 1811, Augusta se encontraba casada y había tenido dos hijas, cuando retomó el contacto con Lord Byron, quien acababa de regresar de uno de sus viajes internacionales. Se dice que en ese encuentro surgió un apasionado amor entre ambos, que se prolongaría por varios años y del que incluso nacería una hija, llamada Elizabeth Medora.

Aunque este romance permanece en calidad de rumor, se conoce una carta que Lord Byron dirigió a una amiga cuando nació la pequeña, expresando su alivio: “Oh, pero valió la pena, no puedo decir el porqué. No es un simio, y si lo fuera, sería por mi culpa”.

Se piensa que para acallar los rumores sobre aquella relación, Lord Byron contrajo matrimonio con Anna Isabella Noel Byron, llegando a procrear una única hija legítima.