Cáncer de vejiga, mal silencioso
Desde los 20 años, Miguel tenía conocimiento del tratamiento de las pieles de animales. Sabía todo el proceso que implicaba extraer la carne, limpiar la piel, suavizarla, teñirla de diferentes colores y cortarla para la elaboración de artículos que se logran con la curtiduría. Nunca imaginó que después de 30 años de estar expuesto a químicos y tinturas por su oficio desarrollaría cáncer de vejiga.
El cáncer de vejiga (CV) consiste en tumores que se forman en los tejidos de este órgano que impiden el correcto almacenamiento y vaciado de la orina. Dichos tumores se dividen en dos tipos: los no invasores, que sólo afectan al tejido y no llegan al músculo, y los invasores, que se meten a la capa muscular de la vejiga.
De acuerdo con Hibert Castellanos Hernández, especialista en urología y oncología, los tumores que se encuentran en etapa superficial pueden ser de bajo grado, que desaparecen con tratamiento pero tienden a regresar en un periodo no mayor a dos años, o de alto grado, los cuales tienden a progresar.
Las neoplasias de vejiga se pueden clasificar también por estirpe celular en escamosa, adenocarcinoma, y en menor medida, linfomas, sin embargo, el tipo carcinoma urotelial representa el 90 por ciento de los tumores de vejiga, pudiendo presentarse también en el tracto urinario.
Factores de riesgo, síntomas y diagnóstico
La mayoría de los casos de cáncer de vejiga se concentran en los hombres, sin embargo, en las mujeres se ha observado que esta neoplasia se presenta de forma más agresiva.
Algunos de los factores de riesgo para desarrollar cáncer en la vejiga son el fumar de manera habitual; el trabajar con químicos como colorantes, anilinas, hidrocarburos, arsénico y gases de combustión, o someterse a radioterapia pélvica para tratar otro tipo de cáncer (o a algún otro tipo de radiaciones).
Los tumores de vejiga pueden ser asintomáticos, sin embargo, cuando tienen un desarrollo mayor puede presentarse sangrado en la orina. También pueden causar irritaciones en la mucosa de la vejiga, provocando un deseo constante de orinar, sensación de vaciamiento incompleto, inflamación de las piernas, pérdida de peso que no tiene explicación y fatiga crónica.
Para un diagnóstico certero se deben evaluar factores individuales, pues si bien las infecciones, los cálculos o un trastorno hematológico que genere alguna hemorragia pueden provocar presencia de sangre en la orina, éstos no son indicadores de tumores. Por ello, la edad es un factor a considerar, pues este tipo de neoplasias se presenta en personas por arriba de los 50 años.
El 70 por ciento de los tumores se diagnostican en etapas tempranas; sin embargo, se ha observado que, a pesar de haber recibido tratamiento, la mitad de este porcentaje tiene recurrencia, es decir vuelven a aparecer los tumores y entre el 10 y 20 por ciento van a progresar.
Tratamiento
Lucía Edith Flores, especialista en oncología médica, explicó que de acuerdo con la etapa en la que se encuentre la neoplasia, se suministra tratamiento para erradicar el tumor o terapias de mantenimiento cuando se ha extendido a otros órganos.
El comportamiento biológico de esta condición es muy heterogéneo, por ello, se están estudiando mapas genéticos para valorar el comportamiento de los tumores.
Los esquemas de tratamiento disponibles buscan preservar la vejiga, sin embargo, algunos tumores en etapas avanzadas requieren eliminarla para evitar que haga metástasis, por lo cual es necesario extraer, en los hombres, la vejiga junto con la próstata, y enlas mujeres se requiere quitar la vejiga junto con el útero, así como la parte superior de la vagina.
Para sustituir estos órganos se utilizan conductos intestinales que drenan la orina o se hacen reservorios que permiten almacenar orina en el mismo intestino (neovejigas); algunos casos requieren de una cateterización para el vaciado de orina.
Cifras
De acuerdo con el Observatorio Mundial de Cáncer, en 2020, México registró 3 mil 422 nuevos casos de cáncer de vejiga y 339 muertes por esta causa, esto se suma a las 200 mil muertes que se reportaron a nivel global, siendo el lugar 15 entre las causas de mortalidad.
Miguel tuvo la oportunidad de comenzar tratamiento de quimioterapia combinado con inmunoterapia y después de 3 años no ha tenido recurrencia de tumor. Él agradece el oficio que le heredó su padre, sin embargo, le hubiera gustado saber los riesgos que implicaba, pero sonríe al saber que fue afortunado de haber llegado a una época en la que existen alternativas de tratamiento que no limitan su calidad de vida.