Plasma, sustancia que salva vidas
A partir de los 25 años, el organismo de Claudia dejó de producir anticuerpos, quedando físicamente vulnerable, ya que no tenía las células para defenderse de virus o bacterias. A pesar de sus síntomas, tuvieron que pasar 12 años para ser diagnosticada con una inmunodeficiencia primaria, situación que la llevó a depender totalmente de la terapia derivada de plasma para subsistir. Si bien accedió a un tratamiento que incrementó su expectativa de vida, sabía que su sistema se había deteriorado, sobre todo a nivel pulmonar, dependiendo las 24 horas de oxígeno, situación que pudo haberse evitado con un mejor diagnóstico.
El compuesto más importante de la sangre es el plasma, un líquido visiblemente amarillo que contiene sales minerales y componentes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo, como lo son glóbulos rojos, transportadores de oxígeno; leucocitos, indispensables para el sistema inmunitario; albúmina, fabricante y reparadora de tejidos, y plaquetas, que sirven para la coagulación. Si se tiene una deficiencia de plasma, se puede ver comprometida la vida.
Condiciones médicas que requieren plasma
De acuerdo con Francisco Javier Espinosa Rosales, pediatra e inmunólogo, algunos grupos de enfermedades poco frecuentes requieren un alto consumo de medicamentos derivados del plasma. Actualmente se conocen 450 inmunodeficiencias primarias y a pesar de que existen pruebas de tamizaje para algunas de estas condiciones, la falta de visibilidad impide una atención temprana y adecuada.
El también maestro en ciencias asegura que para una mordedura de un perro con rabia o una alteración genética, las terapias derivadas de plasma permiten disminuir riesgos en la salud debido a que pueden ayudar a tratar tanto inmunodeficiencias primarias como inmunodeficiencias secundarias, tales como cáncer o enfermedades autoinmunitarias.
Rosales|, quien es presidente de la Fundación Mexicana para Niñas y Niños con Inmunodeficiencias Primarias (FUMENI), detalló que algunas enfermedades neurológicas, para ser controladas, requieren de tratamientos derivados del plasma en dosis altas por periodos prolongados, esto significa que necesitan un suministro semanal o mensual durante muchos años para mantener una función o fuerza muscular normal. Del mismo modo, estos medicamentos son indispensable scuando una persona ha sido receptora de un órgano, ya que disminuyen el riesgo de rechazo
Retos en la donación
Actualmente México cuenta con una infraestructura tecnológica limitada para la recolección de sangre y sus componentes, y mayormente para la extracción de plasma, siendo un proceso lento y deficiente.
De acuerdo con Juan Manuel Cisneros, especialista en patología clínica, el esquema de donación del país es por reposición, es decir la población acude únicamente cuando un familiar, amigos o conocidos lo requieren ante una hospitalización. Esto ha limitado el abastecimiento de sangre y sus componentes, además de que la garantía de seguridad y calidad de estas sustancias se ve afectada con riesgos sanitarios, pues se dona por urgencia, obviando los filtros de salud para quienes donan.
Cisneros aseguró a Letra S que para garantizar un suministro adecuado de terapia de plasma para las necesidades clínicas de la población con estas condiciones, se requieren nuevas estrategias que incluyan la legalización de la donación voluntaria y compensada, para asegurar el suministro de plasma y sus derivados.
El especialista en medicina transfusional detalló que a pesar que la Norma Oficial Mexicana en la materia expresa en el punto 253 los procesos y procedimientos sobre disposición de sangre humana con fines terapéuticos, no existe una homologación de las prácticas en los diferentes centros de sangre, por tanto, es extremadamente complicado recuperar y procesar el plasma, de modo que la fabricación de terapias derivadas de esta sustancia es inviable.
Con el fin de unir a profesionales de la salud con fundaciones y organizaciones de pacientes, la iniciativa “Plasma que salva” busca impulsar un diálogo con autoridades de salud y legisladores, de las Cámaras de Diputados y Senadores para revisar la normnatividad en México y se creen políticas públicas para garantizar seguridad tanto de donadores como de receptores
“Cuando quieras plasma, voy a donar”, “avísame, yo te apoyo”, son comentarios que Claudia recibe; sin embargo, no encuentra palabras para responderles la buena intención porque sabe que las personas donan una vez, pero su vida depende del plasma.