La diputada panista América Rangel presentó una iniciativa en el Congreso de la CDMX que pretende “proteger” a los niños trans de la hormonización y las mutilaciones genitales a las que están supuestamente expuestos, y penalizar a quienes apoyen la transición de su identidad de género.

Su iniciativa generó una serie de polémicas y rechazos por carecer de sustento real y recurrir a la mentira y a la falsificación. Una de las respuestas más contundentes provino de la Clínica Especializada Condesa, donde se brinda atención integral a personas transgénero, incluidas las menores de 18 años acompañadas de sus padres. Dicha Clínica desmintió categóricamente que en la capital se mutilen los genitales de niños, y acusó a la diputada de irresponsable por asegurar que al año se hormonizan a más de mil menores de edad.

La iniciativa no tiene posibilidad de aprobarse, pero la beligerancia de la diputada contribuye a estigmatizar a la población trans y a criminalizar a las familias con infantes trans que buscan apoyarles en su transición de identidad de género. Lo que se requiere son leyes que protejan a las infancias trans, que viven en una vulnerabilidad extrema, ya que como bien concluye el comunicado de la Clínica Condesa: “La transición de las personas trans inicia desde la infancia, y ese proceso requiere respeto y reconocimiento en cualquier discusión y debate legislativo.”