Lecciones de la vacuna que no fue
A pesar de los avances logrados en el control de la pandemia de VIH en el mundo, está claro que la erradicación del virus solo será posible con el desarrollo de una vacuna eficaz y accesible. Por esa razón, el anuncio de la interrupción del ensayo en fase 3, llamado MOSAICO, de la candidata a vacuna preventiva más prometedora ha sido muy frustrante. Al parecer, no se alcanzaron los niveles de eficacia esperados.
El fracaso de este ensayo pone en relieve la importancia de herramientas como la profilaxis pre exposición (PrEP), que tienen una eficacia preventiva similar o mayor a las alcanzadas generalmente por las vacunas. El uso de medicamentos antirretrovirales en dosis menores se ha revelado muy eficaz en la prevención de la infección por VIH en las comunidades con mayor circulación del virus. No es una opción profiláctica de uso masivo, pero sí lo es para aquellas personas más expuestas al riesgo de infección, para quienes debiera estar accesible.
El resultado negativo de este ensayo no cancela la búsqueda de candidatas a vacunas. Su aporte radica en indicar los caminos que deben descartarse para transitar por nuevas rutas como las trazadas por algunas vacunas desarrolladas contra el SARS-Cov-2. Y mientras eso sucede, la PrEP debe estar disponible para todas aquellas personas que la soliciten y que cumplan con los criterios clínicos establecidos.