Dolor intenso y constante, acompañado de hinchazón y enrojecimiento en los testículos son los principales síntomas de epididimitis, una infección del epidídimo, órgano tubular unido al testículo donde se almacenan y maduran los espermatozoides. Niños y adultos podrían desarrollarla.

Las causas de la epididimitis varían con la edad. En niños son comunes las infecciones virales (paperas); en adolescentes, las bacterias que infectan las vías urinarias y en hombres sexualmente activos podrían ser infecciones por clamidia y gonorrea. Otras causas son los traumatismos (golpes), cirugías y algunos fármacos. La hinchazón y el dolor son síntomas comunes pero también la fiebre, el escalofrío, sangre en semen, flujo que sale por el conducto por donde sale la orina, dolor al eyacular y dolor al orinar.

A través de un examen físico, el urólogo verificará el agrandamiento del escroto, además de realizar análisis de sangre y orina (especialmente en niños) acompañados de estudios para la detección de infecciones de transmisión sexual y una ecografía que confirme o descarte la epididimitis. También podrían encontrarse otras enfermedades como la torsión testicular (cuando el cordón espermático que suministra la sangre a los testículos gira y se tuerce, interrumpiendo el suministro de sangre).

El tratamiento de la epididimitis se basa en analgésicos y antibióticos, además de aplicar compresas de hielo en el escroto, descanso sexual, uso de un suspensorio (sostiene los testículos) y, por último, la cirugía.