Vértigo: riesgo sensitivo — letraese letra ese

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Vértigo: riesgo sensitivo


Al subirse a un banquillo no mayor a 50 centímetros, John Scottie trataba de mantener el equilibrio con un bastón, pero al mirar hacia abajo sentía un mareo que le provocaba una sensación de que su entorno se movía, sentía el cuerpo débil y tenía repentinos desmayos; fue así como Alfred Hitchcock retrató a un detective retirado que vivía con vértigo y sus episodios más graves se daban en situación de estrés.

El vértigo es un tipo específico de mareo en el que existe la sensación de que el propio cuerpo o el entorno se mueven o giran. El mareo se utiliza para describir diversas sensaciones como desmayo, aturdimiento, pérdida del equilibrio, sensación de que todo da vueltas o cualquier sensación vaga de debilidad.

Síntomas y causas
El vértigo implica una sensación de que todo gira en torno a la persona. Esta sensación puede causar náuseas y vómito. Según la causa que lo origine puede generar síntomas como dificultad para enfocar, visión doble, mareos, pérdida de la audición en un oído o zumbidos, debilidad de las extremidades y detrimento del equilibrio, la cual puede propiciar caídas. En algunas personas puede haber dificultad para deglutir, mala articulación del lenguaje o parálisis facial.

El vértigo puede generarse por trastornos que afectan cualquier estructura que involucre el equilibrio, como el oído interno y los ojos, pero también puede propiciarse por el consumo de ciertos fármacos.

Existen dos tipos de vértigo, el periférico y el central. El vértigo periférico se genera en la parte interna del oído que se denomina laberinto vestibular o canales semicirculares, esta área es la que controla el equilibrio debido a que los nervios vestibulares conectan al oído interno con el tronco encefálico, que es la ruta de comunicación del cerebro con la médula espinal y los nervios periféricos.

Este tipo de vértigo puede ser causado por una lesión en el cráneo o por inflamación del nervio vestibular, así como irritación e inflamación del oído interno. La presencia de tumores, que por lo general no son cancerosos, puede generar presión de los nervios vestibulares y causar vértigo. El consumo de medicamentos entre los que se destacan los antibióticos, los quimioterapéuticos y los diuréticos, puede afectar al oído interno por la toxicidad.

El vértigo central se genera en el tronco encefálico como consecuencia del consumo de alcohol o de fármacos como anticonvulsivos y ácido acetilsalicílico. Este también puede ser causado por esclerosis múltiple, convulsiones, incluso aunque sean rara vez, accidentes cardiovasculares, tumores (cancerosos o no) o migraña vestibular.

Complicaciones
Si bien a cualquier edad representa problemas, sobre todo cuando se realizan tareas que requieren precisión o que conllevan algún peligro, como conducir o manipular maquinaria pesada, el vértigo puede llegar a afectar las actividades cotidianas como ducharse, preparar alimentos o salir de casa debido a que se puede tener pérdida de consciencia.

El personal médico de primer contacto puede identificar desequilibrio al caminar, así como movimientos oculares involuntarios. De igual modo, puede evaluar la pérdida de la audición, la falta de coordinación y la debilidad en las extremidades; sin embargo, se pueden realizar estudios con electroencefalografía, tomografía computarizada o resonancia magnética de los vasos del cerebro, ya que éstos pueden revelar el punto específico de la afección. La punción lumbar, así como exámenes de sangre, también pueden mostrar elementos que propicien vértigo.

Tratamiento
Es importante que personal médico realice la prueba de impulso (movimientos de la cabeza) para determinar si se trata de un vértigo central o uno periférico. Cuando se desarrolla por movimientos, se debe evitar las situaciones que lo provocan, como subir a un barco o hacer inclinaciones bruscas.

Existen medicamentos orales que permiten aliviar el vértigo y las náuseas y también se pueden utilizar la escopolamina en forma de parche que se coloca detrás de las orejas y permite contrarrestar los síntomas frecuentes.

Si el vértigo es intenso y causa ansiedad se pueden utilizar sedantes bajo supervisión médica; sin embargo la fisioterapia puede ayudar a mejorar los problemas de equilibrio.
Más allá de mostrar fortaleza ante el malestar, John Scottie debió acudir a un médico para comprender su padecimiento con el fin de entender su entorno desde su condición, ya que el vértigo es más común de lo que se piensa, pues los mareos representan alrededor del 5 al 6 por ciento, de las visitas médicas. La enfermedad aparece en cualquier edad y se vuelve más frecuente a medida que se envejece, es decir, afecta al 40 por ciento de personas mayores de 40 años en algún momento de su vida.

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