A taparse la boca
Renunciar a los besos en la mejilla junto a los apretados abrazos, además de aquellas penosas costumbres como escupir en la calle o estornudar sin cubrirse con el ángulo del codo son algunas medidas sanitarias ante el virus de la influenza, sobre todo durante los meses de invierno y hasta principio de la primavera.
El virus de la influenza es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa, aunque la mayoría de las personas se recupera a la semana, otras desarrollan complicaciones como la neumonía e incluso la muerte. La principal vía de contagio son aquellas minúsculas gotitas de saliva en el aire que se producen luego de toser, estornudar o hablar. Las personas con mayores complicaciones son niños, mayores de 65 años y aquellas cuyo sistema inmunológico está comprometido (personas con VIH, diabéticos, alteraciones pulmonares).
No poder conciliar el sueño en la madrugada, gracias a un intenso dolor de cabeza que se agrava con dolores musculares, fiebre, secreción nasal y dolor de garganta son algunos síntomas asociados al padecimiento, sin importar el género, y se suman con la diarrea o convulsiones en niños.
Se conocen tres tipos del virus de la influenza: influenza A causa enfermedad en humanos, porcinos, equinos, aves y mamíferos. Los virus de influenza B y C regularmente se enfocan en el hombre, aunque la primera tiene mayor relevancia debido a que provoca influenza estacional, aviar y pandémica gracias a su rápida mutación.
Los antivirales dentro de las primeras 48 horas son una opción de tratamiento que alivian y acortan la influenza y para prevenir, la vacuna anual podría ser efectiva, aunque debido a las mutaciones no siempre abarcan a todas las cepas.