Acompañar el aborto — letraese letra ese

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Acompañar el aborto


Pamela, una joven chiapaneca que cursaba el segundo año de su licenciatura en arte, presentaba mareos constantes, dolores en el vientre y cambios hormonales que le hacían pensar que su salud corría riesgo debido a la gastritis avanzada que tenía. Al acudir al médico, éste le informó que a su padecimiento se le sumaba un embarazo de nueve semanas. Ella no lo sabía, pues meses atrás le habían informado que al comenzar a usar el implante anticonceptivo, su ciclo menstrual podía alterarse, por lo que jamás pensó en un embarazo. En ese momento no quería ejercer la maternidad, pero en Chiapas era imposible interrumpir su embarazo.

Al comentarle a una de sus amigas su situación, ella le habló de una red de mujeres que acompañaban a aquellas que deciden interrumpir su embarazo. Le sugirió acercarse para que la orientaran con información más amplia del tema sobre lo que podía hacer. Pamela conoció a Natalia, quién le habló sobre las causales de aborto en la Ciudad de México y fue quien estuvo presente cuando decidió viajar para interrumpir su embarazo. Ella expresó que gracias al apoyo que recibió de Natalia y su organización pudo continuar sus estudios y tomar la decisión de ejercer la maternidad en un futuro, más consciente y con ingresos suficientes para darle una vida digna a quien sería su hijo o hija.

Más que hablar de aborto, es humanidad
Desde el año 2007, la Ciudad de México se pronunció a favor de la despenalización del aborto en la entidad al articular el tema como un problema de salud pública, emprendiendo el camino que garantizaría a las mujeres de México el acceso a la interrupción del embarazo legal, seguro y gratuito. Pese a esta progresividad en materia de derechos sexuales y reproductivos, tras doce años de legislación aún existen vacíos que no logran librar las batallas desinformativas sobre lo que es un aborto, los métodos y pasos a seguir para realizarlo, los lugares seguros y en muchas ocasiones, el desconocimiento elemental de que es un derecho. A esto se ha sumado la serie de causales restrictivas de otros estados que impiden que las mujeres lo hagan de manera segura dentro del contexto en el que se encuentran.

 

Una acompañante de aborto es alguien que aprende de manera integral sobre el tema para asesorar a otras mujeres cuando dudan sobre continuar o interrumpir
un embarazo. Tanto para las mujeres que están desinformadas como para las que saben, la figura de acompañante juega un papel importante que no depende del Estado,
sino que cubre una falla de éste.

 

Para resarcir estos resquicios en el país, existen acompañantes para aborto. Un acompañante es una persona que, por voluntad, aprende de manera integral el tema para asesorar a otras mujeres cuando están en duda de continuar o interrumpir un embarazo, sea por las razones que sean. Tanto para las mujeres que tienen total desconocimiento sobre el aborto como para reforzar lo que muchas pueden saber, la figura de acompañante desempeña un papel importante que no depende del Estado, más bien cubre lo que a éste le está faltando al hablar de aborto.
Formadas en su mayoría por organizaciones civiles que trabajan desde la perspectiva feminista, las y los acompañantes representan una guía en donde no existe información para resolver dudas médicas, legales, religiosas o sociales alrededor de la interrupción del embarazo. En un acompañamiento se habla sobre los diferentes procedimientos para interrumpir un embarazo, la función de los medicamentos que se utilizan para el mismo y los signos de alarma a tomar en cuenta, las causales que existen en cada estado de la República, el mejor procedimiento de acuerdo con las semanas de gestación y el contexto de la mujer, los centros de salud a donde acudir, así como aspectos éticos para derrumbar mitos sobre las posturas de grupos antiderechos en contra del tema. La o el acompañante está presente antes, durante y después del procedimiento.

Para Natalia, acompañante desde hace tres años e integrante de Red Violeta Estado de México, el acompañamiento “significa tener conocimiento que hay que transmitir a otra mujer que no lo tiene, para que pueda tomar una decisión sin sentirse culpable por lo que decida [continuar o interrumpir un embarazo]. Acompañar es saber que hay una responsabilidad sobre lo que dices porque de eso depende disipar dudas en un momento en que probablemente las mujeres sienten miedo, angustia o nunca se han concebido ante una decisión tan fuerte en su vida como ejercer o no la maternidad. Implica mirar el aborto con empatía y respeto”.

Acompañantes, escudos humanos
Daniela esperaba una madrugada de julio a Elizabeth a las afueras del Centro de Salud “Marta Lamas”, en la Ciudad de México. Elizabeth viajaba con su pareja desde Puebla para interrumpir su embarazo de 10 semanas de gestación. En ese momento, dos personas se acercaron a Daniela para preguntar sobre su presencia en el lugar, el servicio al que venía y ofrecer información sobre aborto: “en nuestra camioneta te podemos dar información y si quieres ayuda podemos buscarla gratis, pero te haremos primero un ultrasonido. Todo es confiable”. Ella sabía que estas personas pertenecían a grupos religiosos contra el aborto y que la información que proporcionaban era incorrecta y criminalizante.

Elizabeth indicaba que tenía mucho miedo de ser atacada por estos grupos, pues sabía que al venir de un estado con ideología sobre el aborto muy “de derecha” podían “hacer cualquier cosa con tal de que no abortes”. Al ver que Daniela, Elizabeth y su pareja entraban a la institución, dos personas de estos grupos le reclamaron a Daniela –según su testimonio– con un tono agresivo, sobre por qué le estaba ayudando a una persona que estaba cometiendo un error; luego, dirigiendo la atención a Elizabeth, le dijeron: “aquí si te hablamos con la verdad. Es confiable”. Daniela refutó la sentencia al enunciar que lo que hacían estaba penado y siguió mostrando confianza para que Elizabeth no se sintiera insegura a lo largo del acompañamiento. Finalmente, Elizabeth salió del Centro de Salud muy tranquila y agradecida con el acompañamiento.

 

Acompañar a una mujer para interrumpir su embarazo no sólo se refiere a cómo realizar el procedimiento, también implica aspectos como calmar la tensión
que se genera antes, durante y después del aborto, reforzar la seguridad de las mujeres y su confianza en las decisiones que están tomando.

 

Por su parte, Rosalía, maestra de secundaria en Yucatán, había descubierto que una de sus alumnas había sufrido una violación a manos de su abuelo y se encontraba en la semana 12 de gestación. Con la experiencia en acompañamiento previa, gracias a una organización de la Ciudad de México con la que colaboraba, gestionó un acompañamiento para que su alumna pudiera levantar la denuncia e interrumpir el embarazo de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 046. Algunas instituciones no querían llevar a cabo el aborto, argumentando que no había personal para realizarlo, y lanzaban amenazas sutiles para que desistiera de la interrupción. Rosalía buscó con otras organizaciones el apoyo para que no quedara impune la violación y se llevaran a cabo los procedimientos necesarios en el estado, para así garantizar que su alumna pudiera continuar con su desarrollo sin violencia.

El hablar de acompañar a una mujer para que pueda interrumpir su embarazo no sólo se refiere a cómo realizar el procedimiento médico y su legalidad, sino que también se entretejen diferentes situaciones sociales que desde la experiencia de quien acompaña implica tomar en cuenta otros aspectos como calmar la tensión que se genera antes, durante y después del aborto, reforzar la seguridad de las mujeres y su confianza en las decisiones que están tomando, estar presentes para ellas y sus parejas y/o amistades, hablar de otros temas como la violencia de género o el amor romántico, ayudar al personal de salud o legislativo con actualizaciones sobre el tema y, muy importante, enfrentar adversidades que provengan de terceros durante un acompañamiento, de manera que no dañen la integridad de las mujeres acompañadas y del propio acompañante.

En México existen diferentes redes de acompañamiento ubicadas en distintos lugares de la República que desde la autogestión o el apoyo de instituciones internacionales colaboran entre sí para ayudar a que una mujer no corra peligro por prácticas inseguras para interrumpir el embarazo y, en medida de lo que permita cada causal, puedan ejercer este derecho. Algunas de estas redes son: Acompañamiento Red Violeta Estado de México, Fondo María, Morras help Morras, Las Libres, Marea verde y más, todas ellas con redes sociales disponibles para contactar.
Si una mujer se sabe embarazada y tiene dudas sobre si continuar o interrumpir un embarazo, pude acercarse a las diferentes organizaciones o colectivos para que, por medio de un acompañamiento, reciba asesoría. En caso de querer interrumpir el embarazo, la mujer tendrá la confianza de que será auxiliada por una aliada que, aunque de primer momento no conozca, le brindará la confianza y empatía que representarán un apoyo único e invaluable para su decisión.

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