Ciencia contra los prejuicios
De nueva cuenta, México fue sede de una de las conferencias sobre el VIH más importantes a nivel mundial. En el evento, realizado en julio, miles de especialistas, médicos, funcionarios de gobierno y líderes sociales presentaron los más recientes avances en la investigación científica del VIH. Destacaron los resultados de estudios sobre medicamentos más eficaces, menos dañinos y con mayor barrera genética. En prevención destacó el uso más extendido de la PrEP y las nuevas presentaciones en forma de parche y vacuna que facilitarán su uso. Asimismo, la posibilidad de erradicar al virus o lograr su cura funcional, por medio de vacunas o tratamientos, volvió a ponerse sobre la mesa. Todo ello renovó las esperanzas de lograr la meta global de terminar con el sida para el año 2030.
Estos avances científicos permitirán a los gobiernos tomar las mejores decisiones para detener la epidemia, más allá de estigmas y estereotipos. La evidencia científica es la mejor manera de combatir las barreras erigidas por los prejuicios. Pero si estos avances científicos no logran beneficiar a las poblaciones más afectadas y necesitadas, servirán de muy poco.
Así como este tipo de eventos es capaz de reunir a la comunidad científica internacional para exponer e intercambiar conocimiento, también debería ser capaz de reunir los esfuerzos para hacer llegar los logros científicos a la gente que más los necesita.