Temblor interminable
Tirar las llaves frecuentemente, saludar de mano con dificultad, temblar constantemente o bien no poder tomar cualquier cosa con las manos sin tirarlo, en el lenguaje coloquial se dice que es como tener “manos de atole, porque todo se resbala”. Sin embargo, lo anterior podrían ser signos que adviertan sobre la presencia de mal de Parkinson, una enfermedad crónica y degenerativa del sistema nervioso central que afecta la capacidad del cerebro para coordinar los movimientos del cuerpo.
La falta de producción de dopamina, sustancia química responsable de controlar en el cerebro los movimientos y el estado de ánimo, es una de las principales causas de la enfermedad. Se caracteriza por síntomas motores, es decir, los movimientos del cuerpo suelen estar acompañados de una gran dificultad para realizarlos. Por otro lado, los síntomas no motores, como la demencia o los cambios en el sueño, son el reflejo de un padecimiento avanzado, mismo que si no se diagnostica a tiempo, incrementa la inestabilidad física y emocional de una persona.
En México no existen estadísticas oficiales que reflejen la población que padece el mal de Parkinson, no obstante, algunos estudios reportan mayor frecuencia de la enfermedad en personas que oscilan entre los 40 y 65 años y mayor prevalencia en hombres que en mujeres.
En necesario que las personas sean diagnosticadas de forma temprana, puesto que es la condición de salud más frecuente y neurodegenerativa en el mundo. No existe cura para la misma, sin embargo, los tratamientos actuales disminuyen los principales síntomas y elevan la calidad de vida de las personas que viven con esta condición.