El hermanito de los Habsburgo
En 1842, Luis Víctor de Habsburgo-Lorena nació dentro de la dinastía más poderosa que ha conocido el mundo occidental. La familia Habsburgo ocupó el trono del Sacro Imperio Romano-Germánico durante 300 años, además de gobernar en diversos momentos Portugal, España, Bohemia, Inglaterra, Hungría, Croacia e incluso, México.
Luis Víctor era el menor de los hijos del emperador Francisco Carlos de Austria. Aunque, al ser el más pequeño, toda la familia le tenía un afecto especial, su hermano más cercano fue Maximiliano I de México. Ambos tenían gran interés por las bellas artes y compartían su curiosidad por las cosas del mundo, además de que, en distinto sentido, se rebelaron ante los protocolos que exigía la corona imperial.
Luis Víctor se negó reiteradamente a contraer matrimonio, como lo exigía el sistema de alianzas en el que le había tocado nacer. Lo que él disfrutaba era vestir con ropa femenina y frecuentar los baños públicos para relacionarse con otros hombres.
La familia real toleraba aquel comportamiento, que consideraban “excentricidades”, pero esa tolerancia se agotó cuando un incidente, no aclarado en los registros históricos, provocó un escándalo dentro de los baños públicos de Viena. El secreto a voces se confirmó públicamente y Luis Víctor fue enviado a un “retiro discreto” en el castillo de Klessheim, en Salzburgo. Allí pasó el resto de su vida, lejos de la política y concentrado en su colección de arte.
Murió a los 76 años de edad, apenas un año después del fin de la Primera Guerra Mundial, desatada por el asesinato del último monarca de la casa de los Habsburgo.