De la cancha de tenis al activismo
Nacido el 10 de julio de 1943 en Virginia, Estados Unidos, Arthur Ashe despuntó en el mundo del tenis en la década de 1960. Siendo afroamericano, sus logros deportivos fueron muy simbólicos, al darse en un deporte de élite y en una época en la que el racismo estaba muy enraizado.
En 1968, Ashe se convirtió en el primer afroamericano en ganar el Abierto de Estados Unidos, un hito que trascendió el deporte y marcó el camino para futuros atletas negros. A lo largo de su carrera obtuvo importantes logros, entre ellos dos títulos de Grand Slam y un título en Wimbledon.
Después de una prolífica trayectoria, anunció su retiro en 1980, y en 1988 fue diagnosticado con VIH, un virus que en ese momento era ampliamente incomprendido y estigmatizado. El deportista decidió hacer pública su condición en 1992, convirtiéndose en uno de los primeros atletas destacados en hacerlo.
Su revelación no solo ayudó a aumentar la conciencia sobre el VIH, sino que también combatió el estigma y la discriminación que prevalecían sobre quién podía desarrollar la infección. Así, Arthur Ashe se convirtió en un firme defensor de la prevención y la educación sobre el VIH. En 1992 creó la Fundación Arthur Ashe para la Lucha contra el Sida, que se dedicó a brindar información, apoyo y recursos a las personas afectadas por el virus. Además, utilizó su posición para abogar por la investigación y el financiamiento en la respuesta al VIH, trabajando para difundir el mensaje de prevención.
Ashe falleció en 1993, a los 49 años, debido a complicaciones relacionadas con el sida.