Comida chatarra y su regulación — letraese letra ese

Director fundador | CARLOS PAYAN Director general | CARMEN LIRA SAADE • Director Alejandro Brito Lemus

SALUD SEXUALIDAD SOCIEDAD

ARCHIVO HISTÓRICO

Número

Usted está aquí: Inicio / 2021 / 09 / 02 / Comida chatarra y su regulación
× Portada Guardada!

Comida chatarra y su regulación


Las figuras de animales con muchos colores, y en muchas ocasiones con la facultad de hablar, algunos personajes con habilidades sobre naturales o de las caricaturas o las series de moda, la oferta de descargas de juegos en línea totalmente gratuitos y aplicaciones especiales o promesas de regalos o de sorpresas eran parte de las imágenes o estrategias de publicidad con las que muchos niños, niñas y adolescentes identificaban ciertos productos alimenticios, muchos de los cuales, no cumplían estrictamente con los estándares nutricionales recomendados.

De acuerdo con especialistas de diferentes instituciones de salud nacionales e internacionales, a través del documento Recomendaciones de Política Pública Nacional, Estatal y Local para la Prevención, control y Reducción de la Mala Nutrición en Niñas, Niños y Adolescentes en México, parte de la problemática deriva de la carencia de entornos alimentarios poco saludables, tanto en el hogar como en la escuela; el marketing y publicidad de alimentos y bebidas engañosa o confusa; la deficiente infraestructura e inseguridad para actividad física; servicios de salud y nutrición inadecuados; servicios de agua potable, higiene y saneamiento insuficientes, entre otros.

Datos de la Encuesta Nacional de Salud y de Nutrición de Medio Camino 2018 mostraron que la población de entre cinco y 11 años registra 18 por ciento de sobrepeso y va en incremento conforme aumenta la edad; 21 por ciento en los hombres de 12 a 19 años y 27 por ciento de las mujeres de la misma edad, presentan sobrepeso.

En el caso de la obesidad, la prevalencia entre la población infantil de cinco a 11 años es de 20 por ciento y de 15 por ciento entre adolescentes varones de 12 a 19 años, mientras que en el de mujeres del mismo rango de edad es de 16 por ciento.

En cuanto a los hábitos alimenticios, la mayoría de menores de 20 años consumen agua de manera cotidiana; alrededor de 50 por ciento consume lácteos frecuentemente; un promedio de 48 por ciento come habitualmente frutas y leguminosas; casi 35 por ciento incluye al huevo en su dieta diaria y menos de 25 por ciento a las verduras.

En contraparte, más de 85 por ciento toma, de manera regular, bebidas no lácteas endulzadas; alrededor de 65 por ciento, ingiere botanas, dulces y postres; más de 45 por ciento, come cereales dulces; casi 40 por ciento, toma bebidas lácteas endulzadas.

Derivado del escenario anterior, en marzo de 2020, se aprobaron cambios a la Norma Oficial Mexicana 051, normatividad que se refiere a los etiquetados de alimentos y bebidas no alcohólicas, siendo el principal, la introducción de los octágonos negros de advertencia de exceso de grasas o de azúcares en los productos alimenticios y bebidas, además de la regulación de la venta de dichos productos en las escuelas y en sus entornos cercanos.

 

Organizaciones de la sociedad civil, en conjunción con algunas instancias de salud, han luchado por limitar la oferta de alimentos procesados y altamente calóricos a niños y niñas. El problema de obesidad en México requiere atención pronta, y esta es una de las estrategias que se busca puedan contener sus consecuencias.

 

El problema de los sellos

Entre marzo y mayo de este año, a través de un monitoreo realizado por El Poder del Consumidor, para comprobar el cumplimiento de la NOM 051, referente a los etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas, se observó que en productos con sellos nutricionales se redujo el uso de personajes del 92.5 a 24.7 por ciento en empaques de cereales; de 60 a 0 por ciento en leches saborizadas y de 45 a 1.7 por ciento en bebidas dirigidas a niños y niñas.

Otro de los hallazgos del monitoreo fue que hubo una reformulación de los contenidos nutricionales de los productos y la entrada de nuevas versiones que están libres de sellos y leyendas, reduciéndose la cantidad de nutrimentos críticos, como el azúcar añadido.

También reveló que algunas empresas han recurrido al uso de empaques con doble frente, la venta de productos en paquetes sin sellos o leyendas, la omisión de sellos y, en algunos casos, la venta de productos importados sin sellos. O situaciones como que algunos empaques multipack no están mostrando la leyenda del contenido de edulcorantes en la parte frontal y algunas bebidas también utilizaron el doble frente para evitar mostrar el etiquetado frontal en el punto de venta.

Evaluando la efectividad

Aún son pocos meses para medir la eficacia de las medidas en nuestro país, pero la experiencia en otros países como Chile muestra que las medidas han arrojado resultados favorables, como lo explicó durante un foro virtual, Fernanda Mediano, de la Universidad de Carolina del Norte, quien formó parte del equipo que desarrolló las regulaciones del etiquetado y publicidad de los alimentos en el Ministerio de Salud chileno, al señalar “que la población comprende el etiquetado, y hay bajas significativas en las compras de algunas categorías de alimentos y refrescos”.

Algunos de los datos compartidos por la especialista revelaron que se redujo en un 24 por ciento la venta de bebidas azucaradas en cuyo empaque estaban colocados todos los sellos de “alto en” y en un 48 por ciento en cereales con los mismos sellos en su caja.

Sin embargo, como advirtió, Emma Boyland, profesora Titular del Departamento de Psicología de la Universidad de Liverpool, aún hay muchos retos en la regulación de la publicidad de alimentos enfocada niñas, niños y adolescentes, pues se recurre a influencers, especialmente en medios sociales, como Instragram y YouTube, para publicitar alimentos y bebidas.

Una situación alarmante, pues, está más que comprobado que el uso de personajes en la publicidad, especialmente mascotas de marca o personajes conocidos, aumenta la preferencia y selección de alimentos, en particular productos no saludables, agregó la también directora del Grupo de Investigación sobre Apetito y Obesidad de la universidad británica.

 

De las personas menores de 20 años, más de 85 por ciento toma, de manera regular, bebidas no lácteas endulzadas; alrededor de 65 por ciento ingiere botanas, dulces y postres; más de 45 por ciento, come cereales dulces, y casi 40 por ciento toma bebidas lácteas endulzadas.

 

Situación en México

De acuerdo con Simón Barquera, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública, la publicidad y el uso de personajes en la comida chatarra dirigida a la infancia debe considerarse engañosa, al ser una población que no cuenta con la madurez neurológica para realizar elecciones libres de las herramientas de mercadotecnia.

Añadió que si bien se ha trabajado en la materia en los últimos meses y se han reducido el número de empaques con publicidad engañosa, aún hay muchos retos, como lo mostró el estudio “Exposición de la infancia a la publicidad de comida chatarra en las plataformas digitales de Aprende en Casa”, realizado por El Poder del Consumidor, que reveló que por cada hora de navegación en las plataformas educativas, las y los estudiantes observan entre uno y cuatro anuncios de alimentos y bebidas, llegando a ver en una jornada escolar hasta 20 anuncios de estos productos.

Aunado a los resultados de la Encuesta de Salud y Nutrición en Niñas y Niños Menores de 12 años, que mostró que la ingesta cotidiana de grasas saturadas, azúcares añadidos, bebidas azucaradas, botanas, dulces y postres en ese sector de la población tuvo un porcentaje de consumo mayor al 70 por ciento durante el confinamiento

Para el especialista, “la barrera más importante en México para la implementación de las acciones de prevención y control de obesidad ha sido la interferencia de la industria de alimentos y bebidas.” Por lo que consideró que además de las medidas implementadas, será muy importante continuar monitoreando estas estrategias para proteger la salud, los derechos y el futuro de las poblaciones infantiles y adolescentes.

Tanto el doctor en nutrición aplicada como Boyland consideran que la evidencia científica es muy clara con respecto a la inducción de la ingesta de alimentos con deficiencias nutricionales a través de personajes y otros insumos. Por esta razón, tanto el investigador como la académica urgen a continuar impulsando medidas y políticas públicas al respecto, incluyendo la regulación del uso de personajes y celebridades no solo en empaques, sino en todos los medios, incluso los digitales, y seguir apostando en la conversión de las escuelas en entornos saludables, pues, previos a la pandemia, eran espacios donde las y los asistentes solían consumir, en promedio, 500 calorías.

Comments
comentarios de blog provistos por Disqus