Mosaico de esperanza — letraese letra ese

Director fundador | CARLOS PAYAN Director general | CARMEN LIRA SAADE • Director Alejandro Brito Lemus

SALUD SEXUALIDAD SOCIEDAD

ARCHIVO HISTÓRICO

Número

Usted está aquí: Inicio / 2021 / 02 / 03 / Mosaico de esperanza
× Portada Guardada!

Mosaico de esperanza


Decenas y decenas de casos, que al poco tiempo se convirtieron en centenas y después en miles de registros de una extraña enfermedad que, se había asociado originalmente a hombres homosexuales, al grado de nombrarla como “cáncer gay” o “síndrome de inmunodeficiencia gay”, pero que al poco tiempo se mostró que podía presentarse en cualquier persona, alertaron a científicos de todo el mundo en la década de los ochenta, abriéndose una carrera contra reloj para identificar al agente causante del padecimiento que provocaba la muerte en cuestión de días, después de un claro deterioro de la condición de salud de quienes lo contraían.

Desde los primeros registros documentados en ciudades estadunidenses en 1981 hasta la publicación del primer artículo científico en el que se identificó al virus de inmunodeficiencia humana pasaron dos años, un hecho inédito en la historia del conocimiento de agentes patógenos. Ese ánimo provocó que se pronosticara que, en dos años, habría una vacuna disponible para evitar más infecciones del virus que detonaba fallas en el sistema inmunológico de las personas, haciéndolas susceptibles a adquirir muchas enfermedades hasta que su organismo ya no pudiera resistir y murieran.

A 37 años de distancia, la vacuna prometida en aquella ocasión por Margaret Heckler, entonces Secretaria de Servicios Humanitarios estadunidenses, no es una realidad, y se ha vivido una odisea científica para poder desarrollarla.

Con el inicio del siglo XX, se creó la Red de Pruebas de Vacunas para el VIH (HVTN, por sus siglas en inglés), que al paso de los años ha desarrollado varios proyectos en diferentes partes del mundo, aunque sin logros sustanciales, suspendiéndose algunos de sus protocolos de investigación de manera temprana.

Algunas de las causas detectadas por los equipos científicos participantes en esta gran empresa para que la vacuna aún no sea una realidad son la falta de una inmunidad natural hacia el VIH, por lo que no hay un modelo a replicar de manera artificial; hay una constante mutación del virus, provocando que ante la aparición de nuevas cepas los diseños de vacuna previos pierdan su efectividad; el desconocimiento de como tendría que ser la protección inmunológica derivada de la vacuna y la falta de un modelo animal preciso y confiable que permita predecir la posible efectividad en seres humanos.

Mosaico

La unión de centenas de pequeñas piezas de cerámica o de otros materiales para dar forma a figuras ha sido una técnica utilizada por la humanidad por miles de años. En varias partes del mundo, los resultados son perceptibles a través de mosaicos de diferentes tamaños en los que las combinaciones de piezas y de colores dan como resultado obras de arte que recubren muros y techos de edificios históricos milenarios.

Con ese mismo espíritu de poder unir diferentes piezas pequeñas para dar forma a un ente mayor, científicos de diferentes partes del mundo han reunido todas las posibles variantes de VIH conocidas alrededor del mundo y las han recreado artificialmente en laboratorio para colocarlas en una misma candidata a vacuna que podría cambiar el rumbo de las investigaciones en la materia.

De esta manera, no hay ningún fragmento de VIH en la vacuna, a fin de impedir que a quienes se les aplique la misma, estén en riesgo de una infección. Es decir, no se utilizaron fragmentos vivos del VIH, ni virus muertos, ni fragmentos del virus ni células humanas infectadas por el mismo.

Bajo el nombre de MOSAICO, el estudio de esta candidata a vacuna se lleva a cabo en nueve países diferentes de Europa (España, Italia y Polonia), Estados Unidos y América Latina, con la colaboración de 57 sitios de investigación y el soporte de la HVTN, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, el Comando de Investigación y Desarrollo Médico del Ejército de los Estados Unidos y el área de Vacunas de Janssen.

 

Inspirados en la idea de unir pequeñas piezas diferentes para dar forma a un ente mayor, científicos de diferentes partes del mundo han reunido todas las posibles variantes de VIH y las han recreado artificialmente en laboratorio para colocarlas en una candidata a vacuna que podría cambiar el rumbo de las investigaciones en la materia.

 

El estudio

Ante la necesidad de probar dicha propuesta en todos los rincones del planeta, en el marco de la 10 Conferencia Científica Internacional sobre Sida, celebrada en la ciudad de México, en 2019, se anunció que Argentina, Brasil, México y Perú serán las naciones sede del proyecto en América Latina, un lugar del mundo en el que la pandemia de VIH está concentrada en sectores como las mujeres trans y los hombres que tienen sexo con otros hombres.

Así, por primera vez en la historia de México y de América Latina, se lleva a cabo un proyecto de investigación clínica de una candidata a vacuna para VIH. En el caso particular de nuestro país, en tres sedes: la Ciudad de México, Guadalajara y Mérida, con la participación de alrededor de 150 voluntarios en total.

En entrevista, María Eugenia Zghaiv, coordinadora del estudio y subinvestigadora del estudio MOSAICO en la capital mexicana, explicó que lo que ocurrirá durante los próximos 30 meses, a partir del siguiente junio, cuando se apliquen las primeras dosis de la candidata a vacuna, será la fase 3 del estudio, consistente en la prueba de la misma en seres humanos para poder conocer su seguridad y su eficacia.

La diferencia de esta propuesta de vacuna con respecto a otras es que en un laboratorio se crearon diferentes antígenos que asemejan a las proteínas del VIH, de todas de las que se tiene conocimiento hasta el momento, a fin de que realicen funciones semejantes a éstas, sobre todo, aquellas que provocan que el virus se instale en una célula, e inhibir esa posible fusión.

El hecho de que estén todas las posibles variantes del virus en una misma vacuna, advierte la investigadora, provoca que sea un mosaico de posibilidades para dar respuesta inmunológica a cualquier cepa que se conozca hasta el momento, ampliando la gama de protección, que en otras candidatas a vacuna, era sólo para algún tipo específico de VIH.

A este mosaico de proteínas se adiciona el clado C, un subtipo especifico de VIH del grupo M presente en la mayoría de las infecciones en todo el mundo a fin de reforzar la respuesta inmunológica de la posible futura vacuna.

Debido a que se requiere un vector para que las proteínas recombinantes puedan llegar al lugar donde llevarán a cabo su acción, Mosaico utilizará al adenovirus 26, que como explicó Zghaiv, es un virus que en su forma natural puede causar un cuadro gripal, pero en este caso, está atenuado, de manera que no tienen capacidad replicativa y no debe causar ningún efecto secundario.

Además de un adyuvante que es el fosfato de aluminio que le da a la vacuna mayor capacidad inmunogénica, es decir, mayor probabilidad de que se generen anticuerpos en respuesta a la misma, añadió la especialista.

No provoca VIH

Para la integrante del equipo científico de MOSAICO es importante recalcar que la vacuna no contiene ninguna cepa de VIH ni puede provocar que una persona se infecte del virus, como se ha dicho en varios espacios de internet. Tampoco “cura” a las personas que ya viven con el VIH, pues es un mecanismo preventivo de nuevas infecciones, y no un esquema terapéutico.

Por el contrario, explicó, se requiere de mucho cuidado y monitoreo, por lo que el estudio será prolongado, con una duración de alrededor de 30 meses. En el primer año, que se tomará en cuenta a partir de junio próximo, se aplicará la vacuna en cuatro diferentes momentos: al momento en que se enrola la persona al estudio, a los tres meses de esta primera aplicación; a los seis meses después de haberse recibido la primera dosis, y al año, después de haber comenzado el esquema. Posteriormente, durante otro año y medio se aplicarán exámenes de sangre y de otros marcadores de diferentes tipos para descartar posibles nuevas infecciones.

 

En la mayoría de los proyectos de vacuna no se ha logrado una eficacia mayor al 30 por ciento, una cifra muy menor si se toma en cuenta que para que un prototipo de vacuna sea exitoso debe presentar una eficacia de entre 60 y 70 por ciento.

 

Intervención comunitaria

El proyecto no sólo tiene tintes científicos, sino también sociales, afirmó Francisco Tenorio, educador comunitario, coordinador del área de educación comunitaria e involucramiento en la Ciudad de México, quien refirió que existe un acompañamiento a las personas participantes consistente en saber por qué se interesaron en la vacuna, por qué no han pensado en otras opciones de prevención, entre otros aspectos, y garantizarles la seguridad y la plena decisión informada sobre su participación.

Independientemente de que la vacuna sea eficaz o no, es una oportunidad para acercarse a las poblaciones en riesgo, a las cuales no suelen llegar proyectos de este calibre, una posibilidad de llevarles información científica y brindarles un acompañamiento en beneficio de su salud sexual o de prevenir infecciones de transmisión sexual o VIH.

Además, se busca desmitificar que no es una alternativa a la profilaxis pre exposición, y aclarar que hay muchos otros insumos de prevención de nuevas infecciones de transmisión sexual que actualmente están disponibles en centros de salud y con organizaciones de la sociedad civil, por lo que no necesariamente se debe esperar a que exista una vacuna para poder prevenir una infección de VIH.

A la par de MOSAICO, se lleva a cabo el estudio Imbokodo en diferentes partes del África subsahariana, donde los índices de tasas de infecciones de VIH son altos, sobre todo, en mujeres, por lo que, mediante el uso de la misma tecnología, se aplicarán más de cinco mil esquemas de esta candidata a vacuna a mujeres de la región a fin de comprobar su eficiencia y eficacia en un sector vulnerable a la pandemia por diferentes situaciones como la violencia sexual, la imposibilidad de negociar el uso de otros mecanismos de protección, y en sí, un contexto sociocultural adverso.

En la mayoría de los proyectos de vacuna no se ha logrado una eficacia mayor al 30 por ciento, una cifra muy menor si se toma en cuenta que para que un prototipo de vacuna sea exitoso debe presentar una eficacia de entre 60 y 70 por ciento, afirmó Zghaiv, quien reveló que en el caso de MOSAICO se espera alcanzar el 90 por ciento, sin embargo, tendrán que pasar alrededor de tres años para poder determinar si se llega o no a ese porcentaje de eficiencia, un hecho sin parangón, y la clave para abrir la cerradura de la esperanza de una nueva estrategia de prevención del virus que cada año genera más de un millón 700 mil nuevos casos.

Comments
comentarios de blog provistos por Disqus