Manipulación Genética — letraese letra ese

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Manipulación Genética


Desde el desciframiento de la estructura del ADN a principio de la década de los cincuenta por parte de Francis Crick, James Watson y Rosalind Franklin (ahora muy bien reconocida), los alcances de este conocimiento y sus aplicaciones en el campo de la medicina son muy atractivos, aunque también confusos y alarmantes cuando no se explican con datos claros y basados en evidencia científica a la población general. La manipulación genética es uno de estos temas.

La distinción entre las células germinales y somáticas es vital. Las primeras, también denominadas gametos, son el óvulo y espermatozoide, encargadas de la reproducción humana; el resto de las células, incluso las neuronas, son somáticas.

¿Desde cuándo se presenta esta distinción? El investigador Rubén Lisker explica que, al fusionarse el óvulo y el espermatozoide (cigoto), no existen diferencias en los tipos celulares y se les denomina células totipontenciales porque justamente pueden producir a todo un ser humano. En un periodo de 5 a 10 días luego de la fecundación, al cigoto se le llama blastocisto porque ya se pueden distinguir entre las células que formarán estructuras como la placenta y el cordón umbilical y las propias del embrión; a éstas últimas se les conoce como pluripotentes porque comenzarán todo un proceso de especificación celular. Ya implantado en el útero, el embrión formará células diferenciadas: óseas, musculares, hepáticas, pancreáticas, etc., y les denominamos células somáticas o multipotenciales.

En 2006, el médico Shinya Yamanaka descubrió cómo reprogramar las células somáticas para revertir su proceso a un estado pluripotencial, es decir, al momento en que se inicia aquel proceso de especificación celular. Debido a la técnica de inducción de programación de células madre (iPS, por sus siglas en inglés) se le otorgó el Premio Nobel de Medicina en 2012 junto con John B. Gurdon, éste último, por sus trabajos relativos a la clonación.

 

Las noticias asociadas a la ingeniería genética no han estado libres de controversias y mitos. Al hablar de manipulación genética, lo primero que habita en nuestro inconsciente colectivo son seres creados a capricho e imaginación desbordada del científico. Nada más lejos de la realidad.

 

Seres de laboratorio

Las noticias asociadas a la ingeniería genética no han estado libres de controversias y mitos. Al hablar de manipulación genética, lo primero en nuestro inconsciente colectivo son seres creados a capricho e imaginación desbordada del científico. Nada más lejos de la realidad. El trabajo científico sin duda es de los más arduos y casi siempre, ingrato. ¿Por qué? Porque la paciencia del investigador para realizar y repetir una y otra vez los experimentos, a veces sin lograr los resultados esperados, no merma hasta distinguir un horizonte nuevo de usos. Lo anterior, sin descontar un centavo del dinero que seguro fue utilizado para logarlo.

Uno de los primeros campos de aplicación de la iPS es el entendimiento de padecimientos como el Parkinson o cáncer, para poder introducir las correcciones genéticas, a fin de conocer los mecanismos de degeneración de las células y la acción de nuevos fármacos en estas enfermedades. De acuerdo con el Organismo Europeo de Investigación de Células Madre (eurostemcell.org) aunque ya existen terapias génicas, como los trasplantes autólogos, es decir, la reinserción de células provenientes de la misma persona, todavía se requieren mayores investigaciones al respecto.

Al parecer, cuando se trata de manipular a nivel de células somáticas no existe mayor discusión ni con la comunidad científica ni entre la sociedad sobre los beneficios del uso de la ingeniería genética. Los desacuerdos se centran en la intervención de células germinales, por las implicaciones éticas y científicas que conlleva.

Ya en 2016, el doctor John Zhang causó revuelo debido a lo que internacionalmente se dio a conocer como el nacimiento de un niño con información genética de 3 padres distintos. Pocos artículos señalaban el caso de la madre que previamente había dado a luz a otros dos hijos que, por padecer un síndrome del espectro de las enfermedades mitocondriales, habían fallecido antes de alcanzar los 10 años de edad, y la terapia genética instrumentada por Zhang le abrió una posibilidad a esta pareja jordana de volver a formar una familia. Ciertamente, el trabajo y desarrollo de la investigación realizada por el médico chino-americano brincaron demasiados aspectos éticos y legales, sin los cuales la ciencia no debe actuar.

El caso del científico He Jianku, quien dio a conocer en 2018, a través de la plataforma digital de YouTube, el resultado favorecedor en la manipulación de dos embriones con el objetivo de prevenir una probable infección de VIH, no sólo sacudió a la comunidad científica internacional por la forma de violar las normas mínimas éticas para la comunicación de resultados de investigación, sino porque existe un consenso internacional sobre las prohibiciones para intervenir embriones humanos en etapas posteriores a los 14 días y menos aún, con fines reproductivos como ocurrió con el nacimiento de las gemelas. Ante ello, China condenó a 3 años de prisión al investigador y le prohibió de ejercer de por vida cualquier actividad en el ámbito sanitario.

 

Las declaraciones universales sobre el Genoma Humano y sobre Bioética y Derechos Humanos, proclamadas por la UNESCO en 1997 y 2005, respectivamente, indican que toda intervención de carácter genético sólo debe responder a razones preventivas, terapéuticas o forenses.

 

Lineamientos éticos

Las declaraciones universales sobre el Genoma Humano y sobre Bioética y Derechos Humanos, proclamadas por la UNESCO en 1997 y 2005, respectivamente, indican que toda intervención de carácter genético sólo debe responder a razones preventivas, terapéuticas o forenses, y siempre con el consentimiento informado de la persona involucrada o sus familiares cercanos. Por otro lado, están los acuerdos internacionales para no realizar en seres humanos, procesos de clonación o de xenotrasplantes, es decir, mezclar dos especies distintas a fin de obtener una quimera.

En apariencia, la modificación hecha por He para prevenir el VIH es alentadora, sin embargo, la UNESCO ha establecido también al ADN como un patrimonio de la humanidad. A la declaración anterior, se suma aquella sobre las Responsabilidades de las Generaciones Actuales para con las Generaciones Futuras (DRGAGF), que considera que la diversidad biológica es un pilar para el respeto de las sociedades actuales hacia las futuras y el ejercicio de sus derechos, y al manipular sin tener en cuenta este elemento, se atenta contra el patrimonio humano. Ello no significa que se deba paralizar la ciencia, por el contrario, se debe impulsarla siempre bajo un techo de responsabilidad. No podemos dejar a un lado avances en el tratamiento de otros padecimientos como cáncer, diabetes mellitus, Parkinson, etc., cuyas alternativas génicas también están en proceso de experimentación.

John Harris, filósofo y bioeticista liberal, reconoce la diferencia entre curación y/o rehabilitación, y mejoramiento. En el primer caso, significa volver al individuo a su posición original de funcionamiento, mientras que el segundo –el mejoramiento– es llegar a esa función primera de la cual se ha visto desposeído el individuo desde un inicio de vida. La equidad, entonces, busca mitigar esas desventajas atendiendo la salud o previniendo el daño, como lo hace la intervención genética. No se trata de seleccionar y discriminar para producir “ventajas” en los seres humanos en términos de capacidades físicas o intelectuales, sino que se propone evitar el sufrimiento. No justifica la manipulación genética si en ello se ocasiona un perjuicio.

Durante marzo de 2017, la Asociación Americana de Genética Humana conformó un equipo de trabajo con expertos provenientes de diferentes asociaciones del mundo en temas de genética humana, a fin de valorar los avances y aplicaciones de investigaciones sobre manipulación a nivel de gametos. Entre las conclusiones de este grupo de trabajo se encuentran que, a pesar de las dudas científicas, éticas y de políticas públicas todavía prevalecientes para desarrollar edición genética en la línea germinal y llevarla a término de un embarazo, ello no impide realizar experimentos in vitro modificando los gametos y/o embriones. Ciertamente, concluye el grupo, también es importante el consentimiento de los donantes de células, la disponibilidad de fondos públicos para este tipo de investigaciones, así como las evidencias científicas que las soporten y, sobre todo, las justificaciones éticas en beneficio de la sociedad.

Lo más relevante en el proceso científico sea del tipo que sea, es respetar la dignidad de las personas y sus diferencias para contribuir al bienestar de la sociedad.

 

*Maestra en Bioética

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